miércoles, 18 de septiembre de 2013

Psicoanalistas suicidas


A Schur lo atormentaba su imposibilidad de aliviar el sufrimiento de Freud… el 21 de septiembre, estando sentado junto a su paciente, Freud le tomó la mano y le dijo: “Schur, usted recuerda nuestro ‘contrato’, prometió no dejarme en la estacada cuando llegara el momento. Ahora solo queda la tortura, y no tiene sentido”. Schur respondió que no lo había olvidado. Freud dio un suspiro de alivio, retuvo la mano del médico por un momento y dijo: “Se lo agradezco”. Después de una ligera vacilación, agregó: “Hable esto con Anna, y si ella piensa que está bien, terminemos”… El 21 de septiembre le inyectó tres centigramos de morfina (la dosis normal como sedante son dos centigramos) y Freud se hundió en un sueño tranquilo. Cuando volvió a agitarse, Schur repitió la dosis, y le administró una final al día siguiente, el 22 de septiembre. Freud entró en coma del que ya no despertó. Murió a las tres de la madrugada, el 23 de septiembre de 1939… El viejo estoico conservó el control de su vida hasta el final (Gay, 1990).
La medicina forense reconoce cuatro modos posibles de muerte: asesinato, accidente, muerte natural y suicidio. Entre estas opciones la que define mejor el tipo de muerte de Sigmund Freud es el suicidio, más puntualmente el suicidio asistido. No fue el primer psicoanalista  en suicidarse, pero no queda duda de que es el más notable, toma la decisión tras dieciséis años de padecer cáncer en toda el área bucal y utilizar una prótesis que suplía la parte derecha del paladar, la cual le fue reseccionada. A lo cual se sumaron treinta y un cirugías. El cáncer apareció tres años después de que publicara su libro Más allá del principio del placer, donde replanteó su teoría final de las pulsiones, el dualismo entre vida y muerte. Tras el regreso de los sobrevivientes de la Primera Guerra Mundial, Freud descubre que nuestro psiquismo puede, como consecuencia de experiencias traumáticas, orientarnos a la autodestrucción, por vía de la compulsión a la repetición, la cual es movilizada por la pulsión de muerte. La también llamada Tánatos, es una energía muda que rompe las ligazones libidinales para empujarnos a lo que Freud denominaba un estado Nirvánico. Vida y muerte se demezclan, sin embargo, la enfermedad, la depresión, la tragedia, las pérdidas, convocan a la muerte disolviendo el impulso a la vida. Congruente con su afirmación de la sexualidad y la vida, Freud decidió cuando morir, su muerte fue acto de vida.
La lista de psicoanalistas suicidas es larga. Una de las biografías más conmovedoras de la historia del psicoanálisis es la de Viktor Tausk. Lou Andreas-Salomé, quien fuera su amante, escribió sobre él: Desde el principio yo sentí en Tausk esa lucha de la criatura humana, y fue eso lo que me tocó más profundamente. Animal, hermano mío, tú. De origen eslovaco, Tausk estudió Derecho por imperativos familiares, tras haberse casado y teniendo dos hijos, se separa y viaja a Berlín para probar suerte con la literatura. Finalmente llega a Viena, donde es amparado por la exclusiva Sociedad Psicológica de los Miércoles, encabezada por Sigmund Freud. Le ofrecen apoyo para estudiar medicina y se convierte en un miembro distinguido de la primera generación de psicoanalistas, convirtiéndose en el autor de una obra maestra de la clínica psicoanalítica: Acerca de la génesis del aparato de influir en el curso de la esquizofrenia Tras participar en la Primera Guerra Mundial y varios romances tortuosos, el 3 de julio de 1919, a los cuarenta años de edad, se suicidó estrangulándose con un cordón de cortina y disparándose en la sien.
Wilhelm Stekel, fue el cuarto miembro fundador de la Sociedad Psicológica de los Miércoles. Creativo y talentoso, Stekel se ganó un lugar privilegiado entre los primeros psicoanalistas, sin embargo, su obsesión con el sexo lo llevaba constantemente a los linderos de la vulgaridad, hecho que llevó a Freud a referirse a él como un cerdo absoluto. Posteriormente fue señalado precisamente por Viktor Tausk por su mitomanía, señalamiento al que se unió otro pionero y biógrafo oficial de Freud, Ernst Jones. Stekel inventaba casos clínicos con el objetivo de respaldar sus hipótesis. Expulsado de la Sociedad, Stekel continuó fiel a los planteamientos freudianos, mas el fundador nunca lo dejó volver al círculo íntimo. Con la entrada de los nazis a Austria, huye a Suiza y posteriormente migra a Inglaterra. Enfermo de diabetes y con gangrena en un pie, se suicida con una inyección de insulina en una habitación de un hotel de Londres el 25 de junio de 1940, a los 72 años.
Paul Federn fue el quinto adherente de la Sociedad Psicológica de los Miércoles. Hizo una carrera brillante como psicoanalista y en 1938 emigró con su familia a Estados Unidos. Desde niño Federn dio muestras de un humor melancólico, tras la muerte de su esposa y diagnosticado con un tumor maligno en la vejiga, Federn se suicidó el 3 de mayo de 1950. Llama la atención que ni en la muerte abandonó su gusto por el orden. Cuenta Élisabeth Roudinesco (1998): Ordenó sus asuntos, dejó instrucciones estrictas a su amigo Edoardo Weiss, y retiró de su banco una pistola cuidadosamente guardada en un cofre. La cargó con dos balas. Durante todo el día recibió normalmente a sus analizantes… En mitad de la noche redactó una carta para su hijo Walter –diagnosticado como esquizofrénico- le advertía que tuviera cuidado: quedaba una bala en el cargador, a las tres de la madrugada, sentado en su sillón de analista, le bastó un disparo.  Tenía 79 años y queda la duda de si la nota a su hijo era una invitación para unirse a él.
Famoso por su trabajo con niños autistas y sus investigaciones psicoanalíticas sobre los cuentos de hadas, Bruno Bettelheim se suicidó la noche del 12 al 13 de marzo de 1990 a los 87 años, ahogándose con una bolsa de plástico revestida de caucho. Psicoanalista eminente y director durante 30 años de la Escuela Ortogénica de Chicago, la cual recibía niños clasificados como autistas, tras su muerte fue acusado de tirano, impostor, falsificador, plagiario y charlatán. Previamente a su suicidio, Bettelheim había perdido a su esposa, lo acompañaba permanentemente la preocupación por su salud y el miedo a la invalidez, además de mostrarse colérico y depresivo.
Considerada una de las psicoanalistas de niños y adolescentes más brillantes de la historia psicoanalítica, Arminda Aberastury, quien fuera una mujer muy bella, llegando a su sexta década de vida contrajo una enfermedad de la piel que le desfiguró el rostro. Se suicidó en 1972, a los 62 años. De origen argentino formó parte del grupo de élite de los orígenes del psicoanálisis en su país, conformado por Arnaldo Rascovsky, Ángel Garma, Marie Langer y Celes Cárcamo. Aberastury fue melancólica desde su juventud. Además de sus trabajos sobre clínica con niños es recordada por su libro escrito en colaboración con Mauricio Knobel La adolescencia normal.
La lista es más extensa: Silberer Herbert, Vittorio Benussi, Sophie Morgenstern, Tatiana Rosenthal, Clara Happel, Eugénie Sokolnicka… Jacques Lacan, su muerte no fue causada por suicidio asistido pero si por eutanasia, tras sufrir una peritonitis seguida de septicemia, se cuenta que sus últimas palabras fueron: “Soy obstinado… Desaparezco”.
Frente a estos datos cabe la pregunta: ¿Tiene el psicoanálisis un mayor historial de suicidas que otros campos del conocimiento? Difícil responder, lo que es un hecho es que la cantidad de suicidas con una trayectoria profesional muy reconocida si parece estar por encima de otros campos.  
Al conocer las circunstancias que precedieron a los suicidios, encontramos algunas constantes, particularmente la enfermedad física y los rasgos melancólicos.
Freud abordó en algunas ocasiones el tema en la Sociedad Psicológica de los Miércoles y profundizó en el mismo en su libro Duelo y Melancolía, en el cual lo explicó como un autocastigo, una vuelta sobre el sujeto de un deseo dirigido a otro. Habría que agregar que con el texto Introducción al Narcisismo, Freud también nos ofrece referentes teóricos para entender el suicidio. Una de las tantas aportaciones de Freud fue mostrarnos como los seres humanos podemos representarnos a nosotros mismos como objetos y por tanto tener la posibilidad de rechazarnos y desear nuestra propia aniquilación. Sin embargo, sus innovaciones al tema son muy escuetas, si se considera el impacto del mismo en la sociedad y en el campo de la salud mental. Probablemente, el grupo pionero de psicoanalistas no pudo librarse de los mismos fenómenos que analizaba, así como en las familias y las instituciones se veta el tema del suicidio cuando uno de sus miembros opta morir por esta vía, los numerosos casos de suicidio en las primeras generaciones de psicoanalistas llevaron al silencio y el ocultamiento.
Desde mi perspectiva la práctica del psicoanálisis es una actividad de alto riesgo, sus propias bases epistemológicas hacen necesaria la implicación subjetiva del especialista en su aplicación clínica. Como mencioné al principio, el impulso autodestructivo está en todos, si uno no está en un constante reconocimiento de la manifestación de la pulsión de muerte, el riesgo es convertirse en una especie de imán que se va saturando de muerte hasta empujar a la enfermedad física, la melancolía, las conductas autolesivas, que pueden concluir en suicidio.
Escribir estas líneas me llevó a la reflexión sobre cómo los psicoanalistas, curadores de heridas psíquicas, les resultan insoportables las imposturas patológicas del cuerpo. Lo cierto es que la muerte forma parte del proceso existencial y por tanto, es tocado también por la libertad. El filósofo Emile Cioran afirmaba que a él la vida le había resultado soportable al saber que tenía la opción del suicidio, quizá esta alternativa sea la versión secular de la extremaunción católica, en una los creyentes esperan ser limpiados de sus pecados para esperar serenamente el tránsito al paraíso, en la otra el tener el control sobre el fin de la vida libera de las angustias por la incertidumbre sobre la llegada de la propia muerte. 

Referencias

Gay, P (1990). Freud. Una vida de nuestro tiempo. España: Paidós.

Roudinesco, É. (1995). Lacan. Argentina:  FCE.

Roudinesco, É. y Plon, M. (1998). Diccionario de Psicoanálisis. Argentina: Paidós.

7 comentarios:

  1. Estimados,
    si en lugar de realizar rebuscados constructos mentales para darle una lógica ilógica a tanto suicidio de psicoanalistas se usa el sentido común, la razón lógica y sana que aprecia la realidad sin deformarla para justificarse se concluye que el psicoanálisis es nefasto para el hombre, porque sin base mas que en la imaginacion de sus postuladores convence al incauto de que la vida no es mas que un rodeo penoso hasta la ansiada muerte que vaciaria la energia que altera lo que no es mas que muerte. No hay como no caer en la depresion si se es fiel a esta teoria. Quine en lugar de ir a la fuente de la vida, que es la luz que despeja las tinieblas de la confusion en las mentes y la verdad que libera sigue a los falsos profetas de falsas realidades cae en la desgracia o se sumerge mas en ella si ya era un desgraciado ..."no existe Dios dice el insensato" no hay peor ciego que el que no quiere ver. Ojala encuentre un buen sacerdote (dificil tarea hoy dia por lo influenciados que estan con teorias erradas como estas) que lo guie a Cristo y deje de dejarse guiar por teorias suicidas. Dios les ilumine. Saludos

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    1. Penoso resulta el hecho de que un creyente realmente ciego trate de desacreditar una de las tantas Teorías Psicológicas que existen, sin ninguna clase de prueba, más que fanatismo dogmático desarrollado en el ceno de una educación Metafísica, carente de toda crítica y escepticismo. De la gran cantidad de Religiones en el planeta,colmado de aspectos Mitológicos en todas sus versiones tan variantes y contradictorias, basada en numerosas ambigüedades y ausente del principio de falsabilidad, no se compara a ninguna clase de análisis crítico, basado en ninguna hipótesis contrastable y observable, como para que sea comprobable científicamente. El acontecimiento de muerte se encuentra impregnado en sí en toda la naturaleza, que se sustenta en el principio básico de supervivencia de la especie; donde la vida de otros seres es el precio de la adaptación y desarrollo de cualquier animal. Y en sí, el Psicoanálisis no orienta ninguna clase de comportamiento suicida, sino que se centra rotundamente en las Patologías desarrolladas en el aparato Psíquico, productos de factores innatos y adquiridos. Tales investigaciones pueden tener consecuencias, obviamente. Yo no soy partidario de esa especialidad, sino más de la Psicología Cognitiva, pero cabe destacar que en las observaciones del desarrollo del individuo, en base a sus conductas, y sus construcciones de conocimiento y adaptación al medio, empleando la información recibida, asimilada y utilizada, se perciben los aspectos *anómalos* , como en el caso de perturbaciones causadas por acontecimientos sociales-biológicos, que afectan a muchas personas a diario. Es irónico que hables de *constructos mentales*, y que luego afirmes la existencia de una Deidad perteneciente a una Religión creada por el propio ser humano, para tratar de explicar el*Por qué* de la existencia, e incluso el motivo de ciertos fenómenos naturales que en la actualidad se sabe que no requieren de ninguna figura sobre-Natural, que de por sí es paradójica por su supuesta Omnipotencia, Omnipresencia, y Omnibenevolencia, cuando éstos tres aspectos son contradictorios, según los versículos de la propia Biblia. Epicuro, la apuesta de Smith, y demás aspectos falaces del mundo que son postulados en una de las tantas Mitologías que existen.

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    2. EL PSICOANALISIS ES UNA TEORIA Y UN MODO DE TRATAR EL SUFRIMIENTO CUANDO
      SE ALOJA POR ALGUN MOTIVO EN EL SER DEL HUMANO Y LOS PSICOANALISTAS NO SON EXTRATERRESTRES COMO PARECERÌA QUE USTED SUPONE

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  2. Que alivio vivir..sabiendo que uno siempre tendrá esa libertad..La decisión de decir basta. Me voy..
    Cuando donde y como uno quiera..

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  3. Terapia no les faltaba...

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  4. Igual es cuestionante la insoportabilidad del ser después de la pérdida de un ser querido. Al ser tan sociales dependemos tanto unos de otros que al ser quitada esa pieza del rompecabezas parece como si las otras no formaran parte de esa vida. Nos pasa a todos. Creo que el cuestionamiento profundo es importante para que la vida sea un experiencia con diferentes matices. Sin embargo, un cuestionamiento constante, sin tregua también abre caminos mentales y emocionales para despojar de sentido, gradual pero constantemente, la experiencia humana.

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  5. En el área de la salud el mayor numero de suicidios se da entre psiquiatras, también médicos y enfermeros(as) etc. El suicidio se da en todas las profesiones incluidos los sacerdotes y en todas las religiones. Luego no se puede culpar a una teoría o explicación de la mente, del comportamiento que tengan en su vida personal algunos de sus seguidores. Los campos de trabajo con mayores suicidios son la construcción y extracción, que culpa tiene la ingeniería, la arquitectura? no son pocos los suicidas en el campo de la docencia o pastores cristianos y sacerdotes violadores de infantes. Pero no por eso puedo responsabilizar a la religión de ello, debido a que intervienen multiples variables y factores de orden biopsicosocial e histórico como en todo fenómeno humano. El como se utilice y para que un saber o conocimiento dependerá de las características de la personalidad entre otras variables. Fue la muerte de jesus un suicidio intencionado para salvar a la humanidad?, sabia que lo iban a matar y aun así no hiso nada, se entrego como carne de cañón,(cordero) se hiso matar para aplacar la ira divina? y es la vez es el mismo Dios que se auto inmola? que complejo, prefiero no hablar de lo que no comprendo.

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