miércoles, 27 de abril de 2016

Enamorado



Dejó el diván con una pregunta,
una que no compartió con su psicoanalista,
años recostado en ese lugar
le habían mostrado los límites de lo analizable.

Días atrás había visto una pintura de Maria Szollosi,
la de una mujer pelirroja con los ojos cerrados,
quien enfrenta al viento, a la tristeza o al tiempo mismo;
envuelta en una marea de colores fríos y cálidos.

Ahora camina por la calle mientras se coloca sus audífonos,
a óptima distancia del consultorio que acaba de dejar,
selecciona el Adagio del primer concierto para violín de Bruch,
lo que da respuesta a su pregunta.

El ir y venir de las notas le muestran la posibilidad de su sentir,
minutos atrás se abstuvo de comentarlo,
temió cuestionamientos incómodos sobre pruebas de realidad,
sabía quien era, dónde estaba y el tiempo que vivía.

Estaba enamorado y no sería correspondido,
conocía varias trágicas historias que comenzaron como la suya,
frenéticos arrebatos en museos y galerías
seguidos de largas jornadas de erráticos andares.

¿Conoce a alguien que se haya enamorado de un retrato?
pudo haber preguntado hace menos de una hora,
quizá decirlo hubiera cercado la angustia,
pudo también intensificarse.

En siete días traerá con él una copia de la pintura,
sin previo aviso le mostrará la imagen a su psicoanalista,
si percibe algún brillo en su mirada,
hablará de su misterioso romance,
sólo si comparte algo de su amor, podrá entenderlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario