miércoles, 13 de julio de 2011

A mi hijo


Cuando respiro tu infancia,
me colmo de vida,
mi amor por ti es mi único credo,
tu corazón es el puerto de mis afanes.

Si tengo esperanza es para obsequiarte el futuro,
tus dolores son espinas punzando mi sosiego,
las gotas de tus ojos el brebaje más amargo,
tus sonrisas mi mayor deleite.

Simple es amarte,
tu presencia evoca la melodía de las esferas,
mil octavas resuenan desde tus entrañas,
anudando las más bellas armonías.

Ser tu padre hunde mis raíces en la tierra,
tu mirada ahuyenta a los espectros de lo incierto,
los soplos de tu subjetividad
son dones forjando oro en mi espíritu.

Eres mi hijo, palmario es nuestro romance,
fieles al deseo,
jugamos a ser dioses,
creamos  y re-creamos el mundo a cada instante. 

2 comentarios:

  1. Deseo:
    Que llegues al puerto que buscas,
    que tu credo abra tu corazón,
    que las espinas te fortifiquen y
    la amargura de sus lágrimas
    se dulcifiquen con sus sonrisas.
    Deseo:
    Que escuches con con él
    la sinfonía de las esferas,
    que ahuyentes los espectros de tu mente y
    se forje con oro tu espíritu inquieto.
    Deseo:
    Que el manifiesto romance que viven,
    creen y recreen el mundo,
    aunque sea un juego de Demiurgos.

    Ricardo

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  2. Ricardo:
    Muchas Gracias por este obsequio, es de una gran belleza.
    Un abrazo

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