martes, 28 de agosto de 2012

Para mi abuelo... escrito en la noche de su adiós (5 de febrero de 2008)


Comienzo a extrañarte cuando tu voz ausente aún recorre los rincones de la casa, repitiéndose en ecos que resuenan como un susurro.
Comienzo a extrañarte con tu mano estrechada a la mía, tu observando el infinito  yo deseando conservar en mi memoria cada surco de tu rostro.
Comienzo a extrañarte mientras de tus labios parece emanar una última palabra, pero callas y tu silencio se convierte en el murmullo que cada uno de quienes te amamos quisiéramos escuchar antes de verte partir.
Comienzo extrañarte y aunque mi corazón no encuentra sosiego, se ensancha para resguardarte cuidadosamente en un lugar donde permanecerás hasta su último latir.
Comienzo a extrañarte, con un llanto callado ahogo el profundo dolor al ver el cesar de la senda de tus huellas.
Comienzo a extrañarte y aunque parezca paradójico, en lo más íntimo de mi espíritu revolotean simultáneamente el niño, el adolescente y el adulto en algarabía por haberte conocido, por haberse constituido en el campo de tu genealogía y crecer con tu presencia como abuelo.
Contigo se va un miembro irremplazable de la casta de los hombres buenos.

2 comentarios:

  1. Hey jp, me hiciste recordar a mi abuela, describes perfecto todos aquellos sentimientos de pérdida, un regalo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas Gracias por el comentario, el dolor por la pérdida de un ser querido no es alcanzado por las palabras, el poema es un intento por al menos rozar dicho sentir.

      Eliminar