jueves, 8 de octubre de 2015

Asexualidades

“…No es deseable ser asexual en una sociedad como la actual, no suele traer nada bueno ser diferente y, aunque lo asumo, no me agrada serlo. El tiempo, que se me escapa tantas veces de las manos, me deja sólo la sensación de pérdida que tantas veces mencioné en mi diario. Pocas cosas han cambiado con los años en esta vida estancada y la costumbre casi me hace sentir bien. Siento que no es fácil construir una vida individual, la sociedad nos acepta e incluye mejor de dos en dos. La célula y el pilar principal sigue siendo la familia fuera de la cual todo es más árido y costoso”. Son palabras de Lucía Lietsi (2012), primera autora en lengua española que publica un testimonio sobre su asexualidad.
En el libro “Diario de una asexual”, Lietsi (2012) narra su trayecto de los 10 a los 37 años, una ruta que inicia con la pubertad y concluye en la adultez en el momento en el cual llega al esclarecimiento de su asexualidad. Así, se suma al 1% de la población mundial que se ubica en esta orientación. Como toda persona que se ve impulsada a explorar sus raíces subjetivas para dilucidar una molestia profunda, sus conclusiones de tan personales se universalizan. “No es deseable ser asexual en una sociedad como la actual”, escribe Lietsi y toca la corteza de nuestros recientes malestares.
     Nuestra sociedad es una comunidad que gira alrededor del cuerpo, de lo sano a lo patológico, todo es el cuerpo: ejercicio, alimentación equilibrada, prácticas de relajación, sexo multiformato, experiencias extremas, drogas y así hasta llegar al suicidio. Nuestra era no soporta la subjetividad, las mismas prácticas religiosas se llenan de juegos cinéticos; de esta manera, la negación del cuerpo es la peor de las transgresiones y los asexuales la protagonizan.

Para seguir leyendo, ir al siguiente link:

No hay comentarios:

Publicar un comentario